Amores de verano

Amores de verano, recuerdos del pasado…
Un pasado, en mi época sin móviles ni internet.
Llamadas de teléfono y cartas eran el único sustento de ese amor que jurabas eterno…

Eterno, si el que se volvía al lugar de origen eras tu, en caso de que la que se fuera era la contraria… Al día siguiente comenzaba de nuevo la conquista del nuevo amor de verano.
Eran amores de verano, o de mes, quizás de quincena o hasta de semana. Menos ya era rollo de una noche de verano.
También he de decir que conozco casos de amores de verano que acabaron en boda, y hasta siguen juntos…. Pero eso es la excepción.

Lo normal era que el local fuera a la caza de la guiri, los de fuera, a la caza de lo que se pusiera a tiro, y en la mayor parte de los casos saliera el tiro por la culata.

Pero a veces, se triunfaba, y ese amor de verano siempre acababa igual, en la última noche de uno de los dos, lágrimas y lloros ante la inminente separación, y la promesa de escribir muchas cartas. (Intercambio de misivas que siempre acababan con una ruptura provocada por un noviazgo nuevo en la ciudad de residencia).

Hoy en día, con todas las tecnologías no se yo como acabarán esos amores de verano…
Pero si algo tengo claro es que el día que no existan los amores de verano, o de mes, quincena o incluso semana (ya se sabe que menos de eso sólo puntúa como rollo de una noche de verano) el verano dejará de ser verano, más aún que si Georgi Dann nos sacara la canción del verano.

31 de agosto… Noche de lágrimas, juramentos de amor eterno… Y envío de cartas… O quizás.. Simplemente un whatsap al día siguiente